Con el solemne marco del pleno del Congreso, rodeado de diputados y senadores republicanos y demócratas, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, lanzó el plan de creación de puestos de trabajo con el que quiere salvar al país de una economía que no sale de la recesión y, de paso, salvar sus chances de ser reelegido en noviembre del 2012, una carrera que le resultará cuesta arriba si el desempleo sigue alrededor del actual 9,1%.
El plan, tal como afirmaron los republicanos, huele a “más de lo mismo”, ya que incluye programas de construcción de infraestructuras y recortes impositivos. Si en la semana se especuló que costaría hasta 300.000 millones de dólares, ayer se calculaba que sería de 477.000 millones de dólares. Un volumen tan gigantesco que algunos republicanos ya lo llamaron “Estímulo 2”, en referencia al paquete de 800.000 millones que la Casa Blanca logró promulgar en el 2009 y que no logró resucitar la economía.
Pero además Obama dijo que el 19 dará los detalles de un “ambicioso” plan contra el déficit público. Obama evitó ofrecer demasiados números, pero hizo promesas. El objetivo del plan, bautizado American Jobs Act, “es simple: poner más gente a trabajar y más dinero en los bolsillos de aquellos que están trabajando”, dijo el presidente. “Creará más empleos para los trabajadores de la construcción más empleos para maestros, más empleos para veteranos de guerra y más empleos para aquellos que están desocupados desde hace tiempo”, agregó.
En concreto anunció que el plan servirá para “reparar y modernizar 35.000 escuelas” y que los recortes impositivos sobre los salarios para pequeñas empresas representarán 80.000 dólares de ahorro en una firma de 50 empleados.
Además, confirmó, “brindará un alivio impositivo para aquellas compañías que contraten nuevos empleados, y recortará a la mitad los impuestos en los salarios de cada trabajador estadounidense y de cada pequeña empresa”.
La Casa Blanca aseguró que “está todo pagado”, es decir, que no hará falta profundizar el déficit para financiar este plan. Pero en el horizonte hay una intención de Obama de ampliar la recaudación impositiva, una idea que encontrará enorme resistencia de parte de la oposición. De todas maneras, “ustedes deberían aprobar este plan para crear puestos de trabajo ya mismo”, rogó Obama a los congresistas.
El plan, tal como afirmaron los republicanos, huele a “más de lo mismo”, ya que incluye programas de construcción de infraestructuras y recortes impositivos. Si en la semana se especuló que costaría hasta 300.000 millones de dólares, ayer se calculaba que sería de 477.000 millones de dólares. Un volumen tan gigantesco que algunos republicanos ya lo llamaron “Estímulo 2”, en referencia al paquete de 800.000 millones que la Casa Blanca logró promulgar en el 2009 y que no logró resucitar la economía.
Pero además Obama dijo que el 19 dará los detalles de un “ambicioso” plan contra el déficit público. Obama evitó ofrecer demasiados números, pero hizo promesas. El objetivo del plan, bautizado American Jobs Act, “es simple: poner más gente a trabajar y más dinero en los bolsillos de aquellos que están trabajando”, dijo el presidente. “Creará más empleos para los trabajadores de la construcción más empleos para maestros, más empleos para veteranos de guerra y más empleos para aquellos que están desocupados desde hace tiempo”, agregó.
En concreto anunció que el plan servirá para “reparar y modernizar 35.000 escuelas” y que los recortes impositivos sobre los salarios para pequeñas empresas representarán 80.000 dólares de ahorro en una firma de 50 empleados.
Además, confirmó, “brindará un alivio impositivo para aquellas compañías que contraten nuevos empleados, y recortará a la mitad los impuestos en los salarios de cada trabajador estadounidense y de cada pequeña empresa”.
La Casa Blanca aseguró que “está todo pagado”, es decir, que no hará falta profundizar el déficit para financiar este plan. Pero en el horizonte hay una intención de Obama de ampliar la recaudación impositiva, una idea que encontrará enorme resistencia de parte de la oposición. De todas maneras, “ustedes deberían aprobar este plan para crear puestos de trabajo ya mismo”, rogó Obama a los congresistas.
El plan debe tener el acuerdo de los parlamentarios. Injusto, pero con un ojo en las elecciones del año próximo, Obama también pidió al Congreso “detener el circo político”, un circo en el cual el presidente tiene un papel principal, por cierto. “El pueblo trabaja duro para cumplir con sus responsabilidades”, dijo. “La pregunta esta noche es si nosotros vamos a cumplir con las nuestras, si frente a una crisis nacional en curso, nosotros podemos detener el circo político y hacer efectivamente algo para ayudar a la economía”, añadió.
Antes del discurso, el jefe de la bancada de senadores republicanos, Mitch McConnell, le había respondido que el plan para crear empleos consiste en “intentar las mismas políticas otra vez, y después acusar a cualquiera que no las apoye de ser un politiquero, de no hacer lo que se necesita en un momento de crisis. Eso no es un plan para crear puestos de trabajo, eso es un plan para la reelección.” Es que, en efecto, Obama sigue navegando en un poco alentador piso del 43% de popularidad.
Pero, así y todo, a menos que suceda un verdadero desastre o que el mapa político norteamericano se incline decididamente hacia la derecha, las chances de reelección de Obama en noviembre de 2012 parecen todavía buenas, en especial por una razón: los republicanos no tienen todavía ningún candidato que luzca presidenciable.
Ayer Obama intentó ganar algo de terreno cuando trató de reconquistar votantes. “Estos son años difíciles para nuestro país, pero nosotros somos estadounidenses, y somos más duros que los tiempos en los que nos toca vivir.”
El Clarin
www.tutores-fx.com
Antes del discurso, el jefe de la bancada de senadores republicanos, Mitch McConnell, le había respondido que el plan para crear empleos consiste en “intentar las mismas políticas otra vez, y después acusar a cualquiera que no las apoye de ser un politiquero, de no hacer lo que se necesita en un momento de crisis. Eso no es un plan para crear puestos de trabajo, eso es un plan para la reelección.” Es que, en efecto, Obama sigue navegando en un poco alentador piso del 43% de popularidad.
Pero, así y todo, a menos que suceda un verdadero desastre o que el mapa político norteamericano se incline decididamente hacia la derecha, las chances de reelección de Obama en noviembre de 2012 parecen todavía buenas, en especial por una razón: los republicanos no tienen todavía ningún candidato que luzca presidenciable.
Ayer Obama intentó ganar algo de terreno cuando trató de reconquistar votantes. “Estos son años difíciles para nuestro país, pero nosotros somos estadounidenses, y somos más duros que los tiempos en los que nos toca vivir.”
El Clarin
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